El grupo vocal femenino alemán Sjaella presenta “Eulogy», un programa que explora temas atemporales y conmovedores como la llamada a la paz, los milagros de la naturaleza o el amor, a través de adaptaciones contemporáneas de textos espirituales, oraciones e himnos de destacados artistas contemporáneos como David Lang, Arvo Pärt y Ola Gjeilo. Las muchas facetas de la noche cobran vida tanto en Spirits of the Night de Henry Purcell, reelaborado para Sjaella con elementos barrocos y contemporáneos, como en la adaptación musical del poema de Sara Teasdale «Stars» compuesto por Ēriks Ešenvalds, que hace que mediante el sonido de las voces y la sutileza de unas copas perfectamente afinadas se exprese la maravilla de un cielo estrellado y la majestuosidad de universo.
PROGRAMA
O Christe, flos convállium. Himno medieval. Enrico Correggia (*1988)
Northern Lights. Canción de Salomón. Ola Gjeilo (*1978)
Crystallized. Meredi (*1992)
See, even night herself is here (Night). Henry Purcell (1659-1695)
I am come to lock all fast (Mystery). Arr. Philip Lawson (*1957)
One charming night (Secrecy)
Hush, no more (Sleep)
Selección de The Fairy Queen, Act 2
Stars. Ēriks Ešenvalds (*1977). Texto Sara Teasdale (1884-1933)
Preisung CXLVIII. Psalm 148. Volker Bräutigam (1939-2022). T. Martin Buber (1878-1965)
Da pacem Domine. Antífona medieval. Litany of Coventry (1958). Martin Luther (1529). Versión: Gregor Meyer (*1979)
Alleluia Amen. David Lang (*1957)
Peace in our time. Fredrik Sixten (*1962). T. Quote by Martin Luther King
Vacuum. Sjaella. Maria Jona. Improvisación basada en un modo musical
NOTAS AL PROGRAMA
Basado en el himno medieval O Christe, flos convállium, en esta primera obra predomina una melodía por grados conjuntos y con sabor arcaizante propio de la fluctuante modalidad que subyace del original. Sobre una nota pedal se tejerá una textura vocal donde priman las sonoridades añejas desde un tratamiento más actual donde no faltan los juegos con el volumen y los armónicos, añadiendo gran atractivo a la pieza. Northern lights es uno de los temas más célebres escritos por Ola Gjeilo, a quien la inspiración le llegó a través de la ventana de su ático en Oslo, donde el compositor asistió a la arrebatadora belleza de una aurora boreal. El texto que utiliza Gjeilo pertenece al Cantar de los Cantares. El noruego, gran conocedor de la voz humana, traslada al pentagrama la luminosidad del espectáculo natural por medio de enriquecidas armonías y de un uso muy desprejuiciado de la disonancia, aportando un universo de color a cada una de las frases musicales.
Más conceptual resulta Crystallized, de Meredi. El juego con la percusión y las cortas células melódicas que se van sucediendo al inicio de la pieza dará paso a una mayor complejidad rítmica y vocal. Meredi evoluciona desde lo más simple hasta lo más denso a partir de un dibujo melódico recurrente que funcionará, por momentos casi como un ostinato, vertebrando su obra, pero aportando de igual modo cierta sensación de cambio y fluidez gracias a diversas variaciones de tempo, altura e intensidad. Su carácter eminentemente circular trasladará a los asistentes a una interesante letanía que se extinguirá, tras un breve desarrollo, para retomar los patrones cortos y repetitivos, dotando a la pieza de una gran coherencia.
El cambio de registro viene de la mano de la selección de números –See, even might herself is here; I am come to lock all fast; One charming night; Hush, no more– del segundo acto de la ópera de Purcell The fairy Queen. El carácter y la expresividad se plasman en los arreglos de Philip Lawson, donde la articulación y la vivacidad musicales permanecen intactas. La pródiga y efectiva plasmación de los efectos, tan característica del periodo barroco, se ve aquí potenciada ante la calidez vocal y la frescura que aportan los pequeños estribillos que se insertan en algunas de estas piezas, como en I am come to lock all fast.
Encargada y compuesta para coro mixto, Stars es una obra con letra de Sara Teasdale. Ešenvalds utiliza una resplandeciente sonoridad para intentar plasmar con la música las bellas imágenes descritas en el texto. Un ejemplo lo encontramos en el fragmento “cielo lleno de estrellas”, que en la partitura se articula gracias a un coral que, tras la repetición de varios acordes, se extingue en silencio. La ejecución requiere de uno de los recursos más empleados por el compositor como las copas de vino, que favorecen esa atmósfera radiante tan propia de Ešenvalds generada por una asombrosa economía de medios donde sobresalen las melodías, simples pero envolventes.
La letra de Preisung adquiere un papel esencial en esta obra. Extraída del salmo 148, la música subraya la alabanza a Dios por medio de un complejo contrapunto inicial que demuestra la grandeza del Señor. No obstante, el elemento musical se pone al servicio del texto a través de una serie de juegos con la textura que van desde la mayor densidad y profusión de los versos iniciales hasta la simplicidad que subyace en los solos de la soprano sobre las palabras “alabad el nombre del Señor”. La misma línea sigue la segunda estrofa, donde el canto se ve oscurecido por una armonía más compleja y disonante en alusión a las profundidades del universo y los elementos meteorológicos (“relámpagos y granizo, nieve y nubes, vientos tormentosos”). La estrofa final sirve como alabanza y acción de gracias y posee un canto que se mueve entre los contrapuntos y los solos de la voz superior, que adquiere el papel protagónico para dejar claro el mensaje central que reaparecerá en cada estrofa: “Alabad al Señor”.
Da pacem domine se estructura en tres partes bien diferenciadas. La primera hace uso del canto en latín mientras las otras voces irán conformando un trabajo textural, por encima y por debajo de la melodía, sin restarle ningún protagonismo. La segunda sección es una letanía donde el texto “Padre, perdona” será de un gran efectismo vocal que, originalmente, está pensado para enfrentar espacialmente a las sopranos. La tercera y última parte es una forma coral a cinco voces donde la melodía recae sobre las sopranos segundas. El lenguaje armónico es el convencional, matizado gracias a disonancias y modulaciones pasajeras que enriquecen sustancialmente la obra.
Desde el profundo conocimiento de la voz humana que le otorga a Fredrik Sixten su experiencia como director, compositor y organista, el sueco realiza esta pieza –Peace in our time– como una petición de paz para toda la humanidad. Estrenada hace tan sólo un lustro, está dedicada a las víctimas de la masacre de Noruega –en julio de 2011– y se mueve entre el desasosiego de la desesperanza y la profunda tristeza (ejemplificado mediante unos abruptos choques armónicos de gran fortaleza) hasta pasajes que encierran una calidez y lirismo conmovedores, casi como una expresiva plegaria en la que no faltan los giros cromáticos y las dinámicas para aportar relieve y diversos estados de ánimo. Subyace además una evidente dificultad técnica para plegarse a los distintos registros que vertebran esta obra, similar en su estética al Northern Lights de Gjeilo.
Alleluia amen son dos piezas de idéntica concepción. El simbolismo de dos palabras tan importantes en el universo cristiano se ven en estas dos obras despojadas de cualquier accesorio innecesario. Estas dos palabras son las únicas que escucharemos en ambas obras, dentro de un movimiento y fluidez constantes que permite a las diferentes voces entrelazarse y separarse nuevamente en un atractivo juego sonoro que, como todas las piezas que conforman este programa, se pueden ver especialmente favorecidas por la acústica del espacio. Casi podemos afirmar que se trata de dos oraciones, de marcado carácter introspectivo, a pesar de la belleza de sus melodías, donde las pulidas voces resuenan invitando a la reflexión y el encuentro con Dios desde la austeridad más absoluta.
Vacuum es una obra donde se sublima la pureza melódica y vocal, en una estética similar a la pieza anterior, aunque todavía más espectacular. Sobre un colchón armónico se edificará una envolvente sonoridad donde el timbre de las intérpretes constituye el principal atractivo dentro de una especie de canon que adquiere tintes muy cinematográficos.
Jonathan Mallada
BIO
Sjaella es el alma de las mujeres que aparecen juntas en el escenario y no han perdido una visión infantil del mundo: hay movimiento, lenguaje, ruido y sonido, con formas e imágenes. Hay cuerpos y rostros, espacio y libertad, enfoque y aliento compartido. Todo esto es lo que Sjaella experimenta y busca compartir con la audiencia en un intercambio constante de energía.
El viaje de descubrimiento comenzó para estas artistas en 2005 en Leipzig, y las ha llevado alrededor del mundo. Durante años, Sjaella ha sido una presencia constante en los mejores festivales como el Rheingau Musik Festival, Ruhrfestspiele Recklinghausen, Mosel Musikfestival, Musikfest ION, entre otros. El grupo también ha ganado numerosos premios en competiciones, incluido el festival Tampereen Sävel 2015 en Finlandia. Ha realizado giras de conciertos por Jordania, Azerbaiyán, Hungría, Sudáfrica, Bélgica, España y Noruega, y se ha presentado en famosos auditorios como el Mozarteum Salzburgo, el Wiener Musikverein, el Wiener Konzerthaus y el Palace of Arts (Müpa) en Budapest.
Dado que el “mundo coral” está muy poco representado en el mundo musical, Sjaella intenta buscar un repertorio multifacético que dar a conocer y poder ampliar la gama de obras disponibles para coros de mujeres. Así, las cantantes han estado trabajando estrechamente con compositores durante todos estos años. Combinan nuevas obras con otras de música antigua y dedican su atención a canciones populares de diferentes culturas, manteniendo también una predilección por el jazz. Algunos de sus CDs han sido reconocidos por la critica de todo el mundo: "Preisung" (2013, querstand) fue nominado para el Premio Alemán de la Crítica de Discos, y "Meridiane - NORD" (2018, Raumklang) ganó el Premio CARA estadounidense al Mejor Álbum de Folk/World.
Cada viaje, cada encuentro, cada colaboración con artistas internacionales abre nuevas puertas para Sjaella, tanto interna como externamente. Se abren diferentes espacios musicales y se descubren mundos de ideas. Lo ven como su tarea: repensar lo que creemos saber, encontrar nuevos sonidos y llevarlo a un contexto artístico. En 2021 lanzan “Origins” con Outhere Music que ha sido elogiado por el periódico francés Le Monde. Es como la vida misma: un ciclo compuesto por otros muchos más pequeños, que están conformados de manera tan diferente que a menudo nos preguntamos cómo podrían estar conectados cuando se ven uno por uno. Sin embargo, cuando se ven en su conjunto, el significado se vuelve claro. Es lo que pretende Sjaella en sus programas.