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SCHOLA ANTIQUA

“MÚSICA LITÚRGICA EN LA HISPANIA VISIGÓTICA"
La música del rito hispano-mozárabe

Director: Juan Carlos Asensio

En el segundo concierto de Schola Antiqua en este ciclo y en un marco ideal como es la Iglesia de Santa María de Lebeña, interpretarán piezas musicales de la liturgia hispano-visigótica, más tarde conocida como mozárabe. Esta liturgia destacó por su complejo ritual donde la música desempeñaba un papel fundamental. Documentos de concilios visigodos y escritos eclesiásticos atestiguan la riqueza de nuestra liturgia autóctona. Superados los primeros años de confusión tras la invasión musulmana del año 711, a partir del s. X, con una parte del territorio ya reconquistado, encontramos códices con melodías visigóticas en un sistema que hoy por hoy todavía no podemos descifrar. La abolición del rito hispano a fines del siglo XI llevó al olvido la mayoría de estas melodías, aunque unas pocas se conservan en un sistema que permite su interpretación. Schola Antiqua reconstruye estas piezas, principalmente del Oficio de Difuntos y la ceremonia de la Dedicación del Altar, con la certeza de que fueron escuchadas por figuras como Isidoro, Leandro, Julián y Beato de Liébana.

Foto: Miguel de Arriba | SRECD
PROGRAMA

 

Ordo in finem hominis diei. Officium Defunctorum

- Ad processionem: Miserere mei Deus (Ps. 50)

- Ecce ego viam *. Responsorium

· Absolutio: In nomine Domine
· Kyrie eleison
· V/ Requiem eternam
· Oratio:  Suscipe Domine

- Dies mei transierunt *. Responsorium

· Oratio: Rogamus sanctam clementiam
· Benedictio:  Dominus Iesus Christus

- Deus miserere **. Preces

· Oratio: Obsecramus pietatem

- Miserere, miserere **. Preces

- Educ Domine *. Antiphona

- Emitte manum tuam. Antiphona

 

Ordo ad consecrandum novum sepulchrum

- Exsurgat Deus *. Antiphona

- In protectione Dei *. Antiphona

- In pace in idipsum *. Antiphona

- De manu inferni *. Responsorium

· Benedictio: Dominus Iesus Christus

- Credo quia redemptor *. Antiphona

- Memorare Domine *. Antiphona

 

Post incensationem tumulum

- Si ascendero in celum *. Antiphona

- Manus tua, Deus *. Antiphona

- Aperiat tibi, Dominus *. Antiphona

- Requiem eternam * . Antiphona

- Terra, terra *. Antiphona

· V/. Hec requies
· Oratio: Pium et exaudibilem
· Benedictio: Suscipe Deus

 

Ordo ad corpus parvuli commendandum

- Sine parvulos *. Antiphona

· V/. In nomine Domini

 

Absolutio

- Requiem eternam ***. Antiphona
- Surgam et ibo ***. Responsorium

 

Juan Carlos Asensio, transcripción y dirección

 

Fuentes:
(*):  Liber Ordinum. Cód 56 (s.XI). Biblioteca de la Real Academia de la Historia  (Madrid) procedente de la Abadía de San Millán de la Cogolla (La Rioja).
Liber Ordinum, S 3 (1039). Archivo de la Abadía de Santo Domingo de Silos (Burgos).
Liber Ordinum S 4 (1052). Archivo de la Abadía de Santo Domingo de Silos (Burgos) procedente del  monasterio de San Prudencio de Monte Laturce (La Rioja).
(**): Graduel de Saint Michel de Gaillac (ss. XI-XII). París, Biblothèque Nationale, f. lat. 776.
(***): Liber Laudis Toletano. Cantoral Mozárabe C (s. XVI) Catedral de Toledo.

NOTAS AL PROGRAMA

 

“MÚSICA LITÚRGICA EN LA HISPANIA VISIGÓTICA"
La música del rito hispano- mozárabe 

Durante los primeros siglos del cristianismo, cada uno de los antiguos centros del poder en la época romana va a elaborar su propia liturgia. No existe el centralismo. Roma no impone a Milán sus cantos. Ni Benevento a la Galia ni a Hispania. Aquileia y Rávena mantienen las distancias. Y no sólo en millas romanas, sino en el culto. Tras la expansión de los primeros cristianos por Oriente y por Occidente, con la adopción por estos a partir del s. IV del latín, prácticamente sólo la lengua será común en las celebraciones litúrgicas. Quizás aparentemente sólo lo es la lengua, pero el sustrato del mensaje cristiano permanece (y no sólo en Occidente sino también en los lugares dependientes de Antioquia o de Alejandría). Y, probablemente, si lo conociéramos mejor, algunas otras cosas serían comunes. Desde luego lo son las fuentes de los textos: la Biblia, el Antiguo y el Nuevo Testamento. Y la manera de ornamentar estos textos con el canto.

 

Hispania no se distinguiría del resto de las tradiciones hermanas de Europa. Ella que había aportado al decadente imperio sus mejores hombres, que, como el resto de regiones, había regado con la sangre de los mártires el suelo patrio, sintió como pocas el ardor de la nueva fe. Grandes personajes, sus obispos, contribuyeron a extenderla mediante una profunda evangelización acompañada de la fundación de centros en los que se impartiría la teología, se realizarían las catequesis apropiadas a la vez que la codificación canónica se sumaría a los logros eclesiales de los hispanos. Las provincias Tarraconense y Bética existentes ya como entes administrativos en el imperio romano pasan a ser por derecho propio los nuevos centros que dominan las dos grandes tradiciones litúrgicas de la Hispania paleocristiana.
Tras haberse asentado en el sur de la Galia, por fin el 414 los visigodos traspasan los Pirineos y con su avance vendría la sustitución de prelados locales que profesaban las directrices del concilio de Nicea (325), por obispos arrianos. Sucesivas tensiones entre los distintos reyes visigodos hispanos desembocaron en un incremento de la resistencia de algunos de los partidarios de la ortodoxia frente a la herejía. El caso más significativo se produjo durante el reinado de Leovigildo (573-586). Su hijo, Hermenegildo que había contraído matrimonio con una princesa gala, la católica Ingunda, consiguió agrupar a los hispanorromanos. Tras resistirse a adoptar el credo arriano fue ejecutado. Sin duda esta situación provocaría una mayor tensión entre la vida de los hispanorromanos y los visigodos. Parece ser que al final de su vida el mismo Leovigildo se convirtió. Pero sería Recaredo, su hijo y sucesor quien, más pragmático, consiguió agrupar a ambos “bandos”, convirtiéndose él mismo, a instancias de san Leandro, abjurando del arrianismo en el III Concilio de Toledo (589) y con él toda su corte.

 

Comienza así una lenta restauración litúrgica que, en parte, había sido frenada por el arrianismo. El nacimiento del reino visigodo católico supondrá una verdadera época dorada para la liturgia autóctona. De esta mezcla de cultura hispanorromana y visigótica  nacerán los grandes logros literarios, las colecciones de textos y otros elementos que posibilitarán la creación de un importante corpus litúrgico. Surgen diversos escritores que aprovechando la nueva época de paz dedicarán sus esfuerzos a la composición de textos y probablemente de músicas con las que solemnizar el culto. El final del s. VI y toda la centuria siguiente muestran una inusual actividad que nos ha dejado nombres ligados a distintas actividades literarias y musicales: a Isidoro de Sevilla (+636) le atribuye el antifonario de León la composición de la benedictio lucerne del Sábado Santo.

 

De las distintas sedes metropolitanas ibéricas (Sevilla, Toledo y Tarragona), de los ya mencionados Padres de la Iglesia hispana entre los siglos VI y VII y de la abundante, sólida y coherente legislación de sus Concilios, surge una rica eucología que hemos conservado en los ejemplares manuscritos de estas primeras épocas que han llegado hasta nosotros. También hemos conservado casi la totalidad de la música, pero esta vez aunque la tengamos en los libros, no es posible su interpretación. La notación in campo aperto en la que conservamos los cantos hispánicos no permite una transcripción diastemática de los mismos. Interrumpida la tradición del canto, nadie se preocupó de escribir las melodías en un sistema que nos permitiese recuperar sus intervalos. Algo más de medio centenar de fuentes entre códices completos y fragmentos testimonian la música hispánica de los primeros siglos. Su tragedia, sin embargo, es permanecer en su mayor parte mudos ante nuestros ojos.

 

Solamente algunas piezas rompen este silencio. A finales del siglo XI o principios del XII un monje (?) del monasterio riojano de san Millán de la Cogolla raspó la primitiva notación en 16 piezas pertenecientes al oficio de difuntos de un manuscrito conservado en la biblioteca de su abadía (Liber Ordinum, conservado hoy en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia de Madrid con la signatura Cód. 56). Una vez raspado el antiguo contenido escribió la melodía en notación aquitana o de puntos superpuestos, esto es, reflejando las alturas. El poco espacio disponible hizo que la nueva escritura quedase muy apretada y difícil de leer, pero tuvo cuidado de anotar la terminación salmódica (differentia) al final de cada una de las piezas, indicándonos así la nota final de cada una de ellas; no olvidó situar el guión o custos al final de cada línea para situar convenientemente la primera nota del renglón siguiente. Otro tanto hizo alguién en el Liber Ordinum conservado en el archivo de la Abadía de Silos (ms. 4, procedente del también riojano monasterio de san Prudencio de Monte Laturce); esta vez, debido al mínimo espacio interlinear, se raspó el primitivo contenido de tres antífonas del lavatorio de pies del Jueves Santo y se escribieron al margen en notación aquitana. Y en un manuscrito del mediodía francés de contenido plenamente gregoriano, el gradual de Gaillac (París, BN lat. 776) aparecen en notación de puntos unas preces que figuraban en neumas visigóticos puros en el Liber Ordinum de san Millán y en el silense.  Estas son las piezas que Schola Antiqua interpretará en el presente programa.

 

Juan Carlos Asensio

BIO

 

SCHOLA ANTIQUA

Desde su fundación en 1984 por el benedictino don Laurentino Sáenz de Buruaga (+2018)  Schola Antiqua  se dedica al estudio, investigación e interpretación de la música antigua y en especial del canto gregoriano. Todos sus componentes se formaron como niños de coro en la Escolanía de la Abadía de Sta. Cruz del Valle de los Caídos centrando su repertorio en la monodia litúrgica occidental así como la polifonía del Ars Antiqua y Ars Nova y en las interpretaciones alternatim con órgano (Montserrat Torrent, Roberto Fresco, Andrés Cea, Óscar Candendo, Javier Artigas, José Luis González Uriol, Raúl del Toro, Bruno Forst, Jan Willem Jansen, Lucie Žákova, Juan de la Rubia…) y con conjuntos vocales e instrumentales (La Colombina, Ensemble Plus Ultra, His Majesty’s Sagbutts and Cornetts, La Grande Chapelle, Ensemble Baroque de Limoges, La Capilla Real de Madrid, Ministriles de Marsias, The English Voices, La Venexiana, Alia Musica, Orquesta Barroca de Venecia, The Tallis Scholars, Ensemble Organum, Tenebrae, Artefactum, La Madrileña, Coro Victoria, Capella Prolationum & La Danserye…). Ha actuado en numerosos festivales en Europa, USA, Centroamérica, Próximo Oriente y Japón. Su discografía incluye registros dedicados al canto mozárabe, al canto gregoriano y reconstrucciones históricas de polifonía de los ss. XV-XIX con las agrupaciones antes mencionadas. En 2012 realizó una serie de grabaciones en cámara anecoica dentro de un programa de arqueología acústica en colaboración con el CSIC y el Departamento de Ingeniería Acústica del Institute of Technical Acoustics de la Universidad de Aquisgrán para reconstruir señales musicales en entorno anecoico para recrear de manera virtual el sonido del Antiguo Rito Hispánico. Ha estrenado la obra Apocalipsis del compositor Jesús Torres, junto al Ensemble Organum el Libro de Leonor de José María Sánchez Verdú, y con el Ensemble Opus21musikplus la obra Paharión de Konstantia Gourzi. Ha participado en el estreno de Cuaderno Persa de Santiago Lanchares junto al grupo Artefactum. En 2018 junto a La Madrileña y al Coro Victoria participó en la grabación del Requiem de José de Nebra y en 2019 junto a La Grande Chapelle ha grabado una versión completa del Officium Defunctorum de Tomás Luis de Victoria. En 2022 en las celebraciones del 400 aniversario de la muerte del compositor Sebastián de Vivanco participó en diversos conciertos y en una grabación junto al Ensemble Plus Ultra. Desde 2023 forma parte del proyecto europeo Repertorium para la recuperación -mediante IA- y grabación de piezas inéditas del repertorio gregoriano. Schola Antiqua no olvida la participación en las celebraciones litúrgicas como genuino contexto de la monodia tanto gregoriana como hispánica. (www.scholaantiqua.com)

Juan Carlos Asensio Palacios

Comienza sus estudios musicales la Escolanía de Santa Cruz del Valle de los Caídos que luego continuará en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Es colaborador del Répertoire International des Sources Musicales. Ha publicado distintos trabajos en revistas especializadas junto a transcripciones del Códice de Madrid y del Códice de Las Huelgas y una monografía sobre El Canto Gregoriano para Alianza Editorial. Colaborador del Atêlier de Paléographie Musicale de la Abadía de Solesmes, ha sido Profesor de Musicología en el Conservatorio Superior de Música de Salamanca y en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. En la actualidad es profesor de Musicología en la Escola Superior de Música de Catalunya. Desde 1996 es director de Schola Antiqua, y desde 2001 miembro del Consiglio Direttivo de la Associazione Internazionale Studi di Canto Gregoriano, investigador asociado del CILengua, miembro del grupo de estudio Bibliopegia, editor de la revista Estudios Gregorianos, miembro de número de la Academia “san Dámaso” de Ciencias Eclesiásticas y de la Societat Catalana d’Estudis Litúrgics. Es guionista, director y presentador en Radio Clásica del programa Sicut Luna Perfecta dedicado a la difusión del canto cristiano litúrgico.