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JINNAN AL ANDALUS

“DE CÓRDOBA A DAMASCO, UN VIAJE ESPIRITUAL”
Música y danza sufí & andalusí

Youssef el Husseini, oud y voz
Fathi Ben Yakoub, viola
Mostafa Bakkalí, laudes
Muhsen Kouraich, def, panderos  y voz
Khalid Ahaboune, darbouga, panderos y voz

Mohammed Bable, danza derviche

Aziz Samsaoui, kanún y dirección

Jinnan al Andalus nos propone un viaje espiritual debes la Península Ibérica hasta Siria fusionando poesía, música y la danza sufí. Más que un simple espectáculo, es una invitación a la meditación, tanto para los artistas como para el público, guiándolos hacia su propio camino espiritual. El sufismo busca la armonía, la belleza, el amor y la sabiduría creciendo en la unidad con Dios y su Creación. Dentro de sus múltiples manifestaciones nos ocupamos aquí de la música encaminada a un estado de celebración extática mediante ritmos y danzas que han sido propias del entorno sufí, mostrándonos dos danzas desarrolladas en diferentes países, pero con un nexo común: girar sobre su propio eje alternando estados de conciencia con los de éxtasis, mientras que su alma se libera de las ataduras terrenales hasta acceder al reino de Dios.

Foto: Miguel de Arriba | SRECD
PROGRAMA

“La luna apareció ante nosotros”. Qasida tradicional maqam kurd

“O mi Señor, envía paz y bendiciones a Tu amado”. Qasida maqam bayati - al Burda - Al Busaydı (1211-1294)

“O gente de nobleza, su amor habita en lo mas profundo de mi corazón”. Qasida maqam nahawand - Al Shushtari (1212 - 1269)

“He comenzado con el recuerdo del Amado”. Qasida y muwasshahat en maqam al maya - Al Harraq (1772 - 1845)

“O el mejor de la creación de Allah”. Muwasshahat de tradición siria maqam sikah -

“Layla apartó los velos de su belleza”. Muwashahat mama hijaz - Al Harraq (1772 - 1845)

“La belleza de nuestro Mensajero es como la luna llena”. Qasida de tradición siria maqam bayati

Notas al programa

 

Un viaje espiritual de Córdoba a Damasco

Jinnan al Andalus plantea un universo diferente, en cuanto a su concepción y sonoridad, en este ciclo de la denominada “música antigua”. El ensemble granadino nos propone un viaje espiritual desde la Península Ibérica hasta Siria fusionando poesía, música y danza sufí. La trascendencia que poseen estas disciplinas en el sufismo erigen su praxis como un hecho que va más allá de la mera interpretación y del espectáculo y que trascienden hasta invitar a la reflexión y la meditación, no sólo de los músicos, sino también del público. Esta música devocional, suele estar inspirada en poetas sufíes como Rumi Hafiz, Bulleh Shah, Amir khusrow o Khwaja Ghulam Farid y pretende profundizar en la vertiente de mayor misticismo dentro del mundo espiritual islámico. Tanto es así que el sufismo persigue la búsqueda de la belleza y el amor a través de la armonía del espíritu con Dios y su Creación.

 

Dentro de sus múltiples manifestaciones el programa que nos ocupa plantea un viaje cronológico desde el medievo hasta el siglo XIX de la mano de algunas de las obras de mayor trascendencia de esta tendencia musical a través de dos formas esenciales del género como la Qasida y el Muwashah (el plural es Muwashahat). La Qasida es un poema métrico en árabe clásico que puede ser compuesta (esto es, con un texto previamente definido) o improvisatoria donde, como su nombre indica, el intérprete adquiere también roles de creador y libera mucho más su espíritu para desarrollar texto y voz al mismo tiempo.

 

La Qasida tradicional maqam kurd (“La luna apareció ante nosotros”) nos evoca una forma fija que contiene algunos elementos propios de la cultura oriental como el uso de escalas pentatónicas (e incluso, en algunos casos, la microtonalidad) que revisten de interés musical estas piezas. Al mismo tiempo, el lenguaje será imprescindible para alimentar la fe de los practicantes y la ataraxia de todos cuantos se acerquen a estas formas primigenias, algo arcaicas en el caso que comentamos, con rasgos todavía de un poso medieval más que evidente.

 

Otras dos Qasidas permanecen ancladas en ese mismo contexto, “Oh, mi Señor, envía paz y bendiciones a Tu amado” y “Oh, gente de nobleza, su amor habita en lo más profundo de mi corazón”. Se trata de piezas de una longitud notable (en torno al cuarto de hora) donde se busca de forma incansable esa letanía vocal que, mediante melodías ondulantes (casi hipnóticas), pretende conectar espiritualmente al público con lo más profundo de su ser. La instrumentación, siempre sosegada, presenta un espectro convencional donde no faltan la cuerda –ejemplificada mediante una viola o el laúd árabe, denominado “oud”– y la percusión. El carácter ritual y simbólico define buena parte de estas primeras piezas que se circunscriben al siglo XIII y nos remiten a las prácticas interpretativas andalusíes.

 

El salto lo marcaría “He comenzado con el recuerdo del Amado”. Aquí, ya asistimos a la interpretación de un muwashahat, una forma vocal compleja basada en los poemas de la edad clásica árabe que, aunque por muchos son considerados andalusíes, las melodías tienen su origen en la Siria y el Egipto de la modernidad, lo que supone un salto cronológico y geográfico que se traduce también a nivel musical. Estos muwashahat utilizan algunos compases nada frecuentes en la música occidental y su canto es mucho más intrincado, con melodías de cierta dificultad que, por lo general, suelen estar vertebradas de intervenciones sincopadas.

 

La manera tradicional de enfrentar este tipo de obras era con un munshid (cantante principal) y un conjunto en que, a imitación del coro occidental, servía de fondo y de acompañamiento. Además, el munshid –que también era el encargado de establecer las pausas– podía tomar una sección compuesta (fija, ya establecida) y repetirla muchas veces, cada vez con una interpretación diferente. En el canto también se observa alguna discrepancia respecto a las piezas iniciales de este programa, que se refuerzan mediante “Oh, el mejor de la creación de Allah” y “Layla apartó los velos de su belleza”, todos ellos muwashahat de oriente medio donde la repetición sistemática del nombre divino en estado melódico “La illa ha illa Ilah”, se convierte en un poderoso vehículo para transmitir el mensaje divino y vivir la comunión con Dios a través del particular pulso rítmico y el psicodélico elemento textual.

 

Estas ideas se verán reforzadas por la danza sufí que también podrán saborear en la velada musical, un ejemplo de la relación cósmica que, desde la Antigüedad se ha atribuido a infinidad de disciplinas y que, en este caso, adquiere una nueva dimensión. Muy popular en la actualidad, en ciudades como El Cairo, la danza sufí consiste en girar sobre el propio eje y, a través de este movimiento, los bailarines alternarán diferentes estados de conciencia y éxtasis místico, desprendiéndose de las ataduras terrenales para acceder al reino de los Cielos.

 

Jonathan Mallada 

BIO

 

Jinnan Ensemble es un conjunto de música andalusí basado en la ciudad de Granada. Está formado por músicos profesionales de origen marroquí y español, con una extensa trayectoria como integrantes de otros varios grupos de música andalusí, árabe y flamenco.
Jinnan Al Ándalus, del árabe Jardines de Al Ándalus, hace referencia tanto al significado espiritual como físico de la palabra “Jinnan.” Cuando Ziryab, el famoso músico, llegó al Califato de Córdoba, trajo consigo toda la sofisticación del Califato abasí de Bagdad. Esto se reflejó en el refinamiento cultural a todos los niveles, como en la gastronomía, los vestimentos, la poesía, y la música. Era una sociedad urbana, y como tal, los jardines tenían una gran importancia, como lugares de descanso y de disfrute, un canto a la belleza de la creación, y el ejemplo más claro se puede percibir en el palacio del Generalife de la Alhambra. Así mismo, “Jinnan” también tiene un profundo sentido espiritual, ya que es un recuerdo de los siete jardines del Paraíso, y de los deleites que contienen.
El repertorio de “Jinnan Al Ándalus” está cuidadosamente seleccionado de la gran fuente de las moaxajas (muwashahat), una forma poética que se desarrolló en Al Ándalus, extendiéndose por el mundo árabe, y que tuvo su influencia en la lírica tradicional española. Nuestro repertorio tiene un alto nivel tanto en el significado profundo de sus letras, como en la calidad de su música, buscando siempre elevar el estado de quién lo canta y toca, y quién lo escucha.
“Dios es bello y ama la belleza” según el dicho, y con ello queremos invitar al oyente a compartir el viaje espiritual de “Jinnan Al Ándalus”, dejándose llevar por la belleza de sus melodías y letras.